Las relaciones diplomáticas entre la República Dominicana y la República de Cuba se establecieron formalmente en 1902, cimentadas en profundos lazos históricos, culturales y de solidaridad. Tras varios periodos de interrupción, fueron restablecidas de manera definitiva en 1998, marcando el inicio de una etapa de fortalecimiento bilateral.

La creación de la Embajada Dominicana en La Habana responde a la necesidad de consolidar este vínculo mediante una representación permanente que facilitara el diálogo político, la cooperación técnica y el intercambio cultural. Desde entonces, se han impulsado proyectos clave en educación, salud, cultura y comercio, así como programas de intercambio académico y colaboración científica, que reflejan el compromiso mutuo con el desarrollo y la integración regional.